Prenatal con perspectiva de género
Cada vez lo siento más necesario, los cursos, talleres, clases prenatales y post-natales deben incluir en su planteamiento la perspectiva de género.
Prenatal con perspectiva de género.
Es urgente acompañar a las familias tomando en cuenta los privilegios y desventajas de cada rol, es urgente que desde el embarazo revisemos afectos y vínculos, por qué es real, cuando nace bebé la pareja entra en crisis, esa crisis es por qué la administración de tareas , afectos, recursos, por nombra algunos, necesitan revisarse y resulta que muchas veces no esperábamos que así fuese, no queremos dejar privilegios.
Hay que dejar claros varios puntos, entre ellos, el por qué de la importancia de cuidado y sostén del cuerpo de la madre, es importante aclarar que por más que el compañero esté comprometido y presente, el cuerpo de la mujer es el que vivirá la parte mas intensa física y emocionalmente de la experiencia de gestar, parir y sostener la vida de los bebés, los cuidados y la escucha que requiere antes del nacimiento es fundamental, y para el posparto ni se diga, pero también apreciar y escuchar los procesos de la paternidad, permitir el espacio en el que los varones expresen sus propias vivencias, sus miedos, sus necesidades corporales y de cuidado, al ser la maternidad y la paternidad procesos tan corporales y sexuales (por que lo son, pues para concebir bebés los órganos sexuales se ven involucrados por solo nombrar la parte más básica de la situación) , también la actividad sexual se va a ver atravesada, los deseos de las madres se transforman, pero también los de los padres, entender que una madre necesita mucho sostén colectivo, que el padre no puede cubrir todas las necesidades afectivas que requiere la madre, que no da la vida para cubrir tooooodo, economía, afectos, amistad, pareja, compañerismo, y hasta terapia, pero tampoco la madre puede cubrir esas diversas facetas de la vida, eso no tendría por que ser antes de parir hijos pues la administración de afectos es vital, y después de que nace un bebé las abundancias y carencias afectivas se detonan de sobremanera.
Para muchas mujeres en el posparto su deseo sexual se ve disminuido por una cantidad de procesos hormonales y de nuevas dinámicas , el cansancio es parte del tema, y muchos varones se sienten abandonados en esta área, entender que las sexualidades se transforman con la experiencia materna y paterna es parte de observar también las construcciones de género, mirar los cuentos que nos han contado respecto al cariño y su relación con la sexualidad, reflexionar sobre los contratos de género en nuestras maternidades y paternidades permiten que podamos generar nuevos acuerdos, espacios en blanco desde donde imaginar otras formas de relacionarnos, priorizar el cuidado de la nueva vida incluyendo la nueva familia que ha nacido, replantear nuestras prioridades, entender que cada cuerpo tiene necesidades diferentes incluyendo el de los bebés, que los padres se involucren en el cuidado no como ayuda si no como parte de sus elecciones adultas, como parte del compañerismo con la mujer con quien han decidido formar una familia, procurar el bienestar de la madre es procurar el sano sostén del bebé en la etapa tan sensible que es el puerperio (después de que nace bebé).
La perspectiva de género nos permite darnos cuenta y mirar desde la madurez que cada miembro de la familia es importante, que sus necesidades son diversas e igual de importantes, pero sobre todo visibiliza las maternidades, con sus complejidades y diversidades, visibiliza el trabajo que las mujeres realizamos al maternar, pero también permite identificar las tareas domésticas y de crianza para que no solo las madres nos ocupemos de ellas.
Es urgente hacer concilios en donde los varones necesitarán identificar sus privilegios, cuestionarlos y prescindir de ellos para procurar bienestar, que las madres y los padres dejemos de infantilizarnos y que las violencias invisibles y visibles no protagonicen las experiencias maternas y paternas.
Las madres no podemos seguir cubriendo dobles jornadas laborales, o que el trabajo del hogar se siga mirando como no trabajo, y que además tengamos que “cumplir sexualmente” cuando física, mental y/o emocionalmente no nos sentimos listas.
Todo esto sazonado por chantajes emocionales de abandono.
La maternidad y la paternidad son experiencias intensas, ambas son importantes, pero es vital que a los varones se les informe y conscientice sobre los procesos que viven sus compañeras al ser madres, acompañarlos a conocer el poderoso mundo del cuerpo de una mujer que se hace madre es sembrar luz, paz, cariño, ternura por los cuerpos de donde nace la humanidad, nutrir la conciencia de los varones ante el proceso materno es vital para que puedan comprender la importancia del cuidado de los cuerpos de sus compañeras, motivar la complicidad en esa pareja para que se geste, se da a luz, se críe, se nutra, se acompañe tal vez desde un lugar que no lo habían hecho antes.